martes, 31 de mayo de 2011

Bambú utilizado para Combatir la pobreza y el cambio climático

Lunes, 02 de Mayo de 2011 15:40
La Red Internacional del Bambú y Ratán (INBAR), ha lanzado una iniciativa que tiene como finalidad incentivar y fortalecer el uso del bambú en América Latina, estimulando, de manera simultánea, el crecimiento económico y la adaptación a los efectos del cambio climático.

Esta iniciativa, que cuenta con el apoyo de la Unión Europea (UE), el Fondo Común para los Productos Básicos (CFC),  y el Banco Mundial (BM), pone en marcha una serie de herramientas e incentivos que aprovechan los beneficios: sociales, ambientales y económicos que el bambú puede ofrecer.

“Como parte de este programa, estamos trabajando con comunidades locales con el objetivo de fortalecer sus capacidades técnicas en bambú para mejorar sus sistemas de producción, transformación y comercialización”, dice Álvaro Cabrera, coordinador Regional para la Oficina de INBAR en América Latina y el Caribe.

“También trabajamos con actores locales y gubernamentales a nivel nacional y regional para desarrollar códigos, estándares y políticas que den prioridad al bambú como pilar fundamental de las estrategias relacionadas con el desarrollo sostenible”, agregó.

“El bambú es una fuente accesible para muchas comunidades que cuentan con el recurso, pudiendo crear riqueza y empleo con tan solo una pequeña inversión de capital. Dado su rápido crecimiento, fuerza y flexibilidad, el bambú puede representar una alternativa sostenible que substituye parcialmente al aluminio, acero, hormigón y madera y permite además a las familias de menores ingresos trabajarla, mejorar su economía y su calidad de vida”, dice Rosa Edith Rada, decana de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil (UCSG).

El programa regional de INBAR para el desarrollo económico y la adaptación al cambio climático, se focalizará en las regiones costeras de Ecuador y norte de Perú en primera instancia. Estás regiones se caracterizan por poseer un bajo desarrollo económico, además de una alta vulnerabilidad para enfrentarse a desastres naturales como: deslizamientos de tierras o inundaciones, fenómenos que tienden a incrementarse con los efectos del cambio climático.

Uno de los puntos fuertes de esta iniciativa de INBAR es la de contribuir en la construcción de casas elevadas hechas de bambú que puedan soportar: inundaciones, tormentas, vientos huracanados, deslizamientos de tierras y terremotos.

“Las comunidades más pobres son las más vulnerables a los desastres naturales, debido en parte, a que sus poblaciones se ven forzadas a construir sus casas en laderas de montañas, deltas y otras áreas inestables”, dice Gabriela Arcos, Especialista Ambiental del Banco Mundial. " La pobreza implica también que dichas comunidades están menos preparadas para enfrentarse o recuperarse de estos desastres, sean climáticos o no”.

Pero mientras los desafíos de la pobreza y la vulnerabilidad pueden resultar inmensos y complejos, las soluciones no tienen por qué serlo. “Pequeñas construcciones como por ejemplo: casas de bambú elevadas, pueden aportar una gran diferencia,” dice Tatiana García Alfaro, Responsable de Proyectos Temáticos de la Delegación Europea en Perú. “Es más, tanto los ecuatorianos como los peruanos tienen una larga tradición en el uso del bambú en sus sistemas constructivos. Esto no es nuevo, simplemente queremos contribuir a que estas construcciones sean más seguras, accesibles y más fuertes”.

“Los efectos del cambio climático están influyendo en los sistemas productivos que por tradición han sido la base económica de estos territorios. Es el caso de las familias productoras de café en el Norte del Perú, donde el impulso y fortalecimiento de la cadena de valor del bambú existe y puede complementar y generar una fuente confiable de ingresos para agricultores, artesanos, constructores y empresarios”, dice Leonor Rocha, Representante del Centro de Investigación, Capacitación, Asesoría y Promoción (CICAP-Perú).

“Mejorar la cadena de valor del bambú es clave para garantizar el acceso de pequeños productores a mayores beneficios económicos. A través de procesos de estandarización y normativa de aprovechamiento del bambú se busca mejorar la formalización de las relaciones comerciales existentes entre Ecuador y Perú”, dice Nianjun Shen, Gerente de Proyecto, Fondo Común para los Productos Básicos. “La iniciativa también apoyara mecanismos para que el intercambio tecnológico entres los dos países puedan mejorar sus respuestas para enfrentar los efectos del cambio climático.”

La Organización Internacional de Maderas Tropicales (ITTO) supervisara la iniciativa financiada por CFC; los socios en la iniciativa en Ecuador son la Universidad Católica Santiago de Guayaquil, SENDAS, ASOGUABO, y en Perú CICAP y PROGRESO.

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